Por Matías Quintana
(@matti_quintana)
El día 25
de mayo de hace 203 años atrás, nacía lo que hoy se conoce como la ‘Revolución
de Mayo’ (otros prefieren decirle alzamiento). En esa fecha, que para muchos es
considerada la más importante de nuestra patria, se culminaron una serie de
acontecimientos que trajeron consigo la deposición del virrey Baltasar Hidalgo
de Cisneros, y a su vez, su reemplazo por la Primera Junta de Gobierno, la cual
sentó las bases para la declaración de independencia del 16 de Julio de 1816.
Para
recordar, la Semana de Mayo tuvo lugar en los días del 18 al 25. Cornelio Saavedra siempre fue muy cauto a la hora de
hablar del Virrey español y la colonia, ya que él consideraba que el momento
idóneo para iniciar la revolución debía ser cuando la Corona sucumbiera ante la
avanzada Napoleónica. Ese momento se materializó lo que se conocería
luego como “La Semana de Mayo”, donde una serie de acontecimientos infortunados
para España hicieron posible que se llevara a cabo la rebelión. El avance de
las guerras napoleónicas provocó que tanto Carlos IV como Fernando VII fueran
forzados a abandonar sus reinados en España, y esto generó internas que
debilitaron fuertemente el vínculo con las colonias Americanas.
El Sábado 19 de mayo y tras estar tratando el tema toda la noche; Saavedra, Belgrano y Castelli se reunieron con miembros del Virreinato para solicitar el apoyo de Buenos de Aires y así gestionar un
Cabildo abierto, expresando que de no concretarse “lo haría por sí solo el pueblo o morirían en el intento”. El domingo
20 de mayo Cisneros aprueba el cabildo abierto, pero solicita a los jefes
militares su apoyo. Sin embargo Saavedra, quien era el representante de los
patricios, negó total autoridad a Cisneros y solicita junto a Castelli la
renuncia del Virrey.
El martes 22 de mayo se celebra el cabildo abierto aceptado
por Cisneros. French y Beruti controlaron que al cabildo ingresen exclusivamente
los criollos. En esa reunión se terminó de aceptar que: ‘Desplazado el rey, el poder regresaba al pueblo, y por lo tanto, se
tenía derecho a formar un nuevo gobierno’ – Estableciendo pautas del
contrato social. El resultado del mismo fue considerar el fin del Virreinato y
la conformación de la Primera Junta.
Haciendo
analogía con la actualidad, al igual que hace 203 años, nos encontramos siendo
víctimas de un gobierno que muestra ceguera ante clamores populares; de un
gobierno nacional que, con el afán de conservar el poder, lleva adelante
cualquier artilugio legal en desmedro de las instituciones. Esas mismas
instituciones que fueron creadas con mucho esfuerzo y sacrificio para desarrollar
a la nación y darle prosperidad a sus habitantes.
Hay, sin
embargo, en toda la historia de la humanidad sucesos que se repiten una y otra
vez… sucesos de los que deberíamos aprender de una buena vez, sucesos de los
que ya conocemos el final. Será
cuestión de tiempo un buen cambio, y de jóvenes comprometidos con el futuro de
la República, como en su momento lo fue Vicente López y Planes quien apoyó el
cambio que se daría posteriormente en el Cabildo abierto de 1810.
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